La tarea

Nunca llegué a pensar que fuera una tarea tan complicada. Ciertamente es la tarea más dura que nunca me he planteado realizar. Nunca he sido de ese tipo de personas que hacen esta clase de cosas, pero me convencieron para hacerlo, un amigo me contó que te sube la adrenalina. Y realmente lo hace. Recuerdo que mi corazón latió con una fuerza y rapidez como nunca antes había latido. Una gota de sudor empezó a caer por mi cara cuando me dispuse a comenzar. Decidí parar y me tiré exhausto sobre la cama. Ciertamente, escribir es una difícil tarea.

2 comentarios en “La tarea”

  2. El síndrome del escritor y su puta hoja en blanco.
    Llevaba ya un tiempo sin recurrir a ti para expresarme. Sí, me refiero a ti, impoluta y blanca hoja. Siempre dispuesta a escucharme, a dejarte escribir, a que me vacíe en ti. Por eso hoy vengo no sólo a darte las gracias, hoy vengo con ganas de hacerte cosquillas con mis «comillas», desgastarte la sonrisa lentamente para volver a dibujarte una aún mejor. Como siempre nada más verme, te haces la dura, me rechazas con tú desprecio y haces que ninguna de las letras con las que te acaricio se pose en ti. Lo bueno es que es sólo al principio, en cuanto te han llovido unas cuantas palabras bonitas colocadas en el lugar indicado y con el punto exacto después de la coma, te dejas hacer a mi antojo.

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